Con dos años de retraso sobre las previsiones iniciales y después de seis retrasos en la fecha prevista el primer Boeing 787 despegó por fin ayer desde Paine Field para realizar un vuelo de pruebas de unas tres horas: Boeing 787 Dreamliner Completes First Flight.
Se realizó a una altura máxima de 15.000 pies (4.572 metros) y una velocidad de 180 nudos (333 kilómetros por hora), parámetros bastante habituales en un primer vuelo. El piloto jefe del 787 Mike Carriker y el capitán Randy Neville probaron durante este algunos de los sistemas y estructuras del avión mientras que equipos a bordo del avión grababan datos del vuelo y los retransmitían en tiempo real a las instalaciones de Boeing.
El tiempo no fue precisamente el ideal para un vuelo de prueba, lo que hizo que los pilotos declararan que el comportamiento del avión había sido un poco más agresivo de lo esperado y que habían tenido la oportunidad de comprobar el funcionamiento del sistema de aviso de cizalladura.
La semana que viene, una vez realizados los pertinentes análisis de los datos recogidos en este vuelo, y con algunos instrumentos más a bordo, se realizará el segundo vuelo. Después vendrá un intenso programa de pruebas en el que participarán seis aviones, cuatro con motores Rolls-Royce Trent 1000 como el que voló ayer y dos con motores General Electric GEnx.
La idea es que se pueda obtener la certificación de tipo en unos nueve meses y realizar la primera entrega a ANA, que será el cliente de lanzamiento, en el último trimestre de 2010.
(Información adicional vía Surcando los cielos).
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