El satélite de comunicaciones luxemburgués GovSat-1 está ya en órbita después de haber sido lanzado a bordo de un Falcon 9 de SpaceX. Es el segundo lanzamiento del año para la empresa y el sexto en el que utiliza una primera etapa que ya había volado antes, en este caso la B1032, que en mayo de 2017 había puesto en órbita la misión NROL-76.
Pero a diferencia de lo que viene siendo habitual esta primera etapa no fue recuperada tras el lanzamiento, pues es una del bloque 3 y SpaceX está ya usando las del bloque 4 y pronto se pasará a las bloque 5, así que han preferido no gastarse el dinero en recuperarla. Claro que tirarla al océano igual no es la forma más ecológica de deshacerse de ella.
Aún así tenía las aletas que controlan el vuelo y las patas que usa para aterrizar porque ha sido utilizada para recoger datos hasta el momento de caer al mar.