Las cámaras son inofensivas. No te matarán, no robarán tu alma y definitivamente no te harán desaparecer.
O sí.
Además del corto de ficción —simpático y bien realizado, con subtítulos en español— la gente de Andyax documenta y cuenta en cuatro episodios cómo fue la producción de la película, que se financió con las aportaciones de decenas de individuos a través de una campaña en Indiegogo.