En las calles de París instalaron este tótem interactivo para vigilar un paso de peatones. Cuando alguien cruzaba caminando con el semáforo en rojo se activaba un aviso sonoro a todo volumen que imitaba el frenazo de emergencia de un coche. ¡Susto!
Entonces los caretos de los viandantes quedaban inmortalizados para la posteridad con una cámara fotográfica estratégicamente situada en una de las esquinas del tótem, y se mostraban al instante en el gigantesco panel.
Las reacciones de las gentes son muy variadas, en parte de alivio en parte de WTF: verse fotografiado junto con un letrero que dice
No te arriesgues a mirar a la muerte cara a cara. Respeta los semáforos.
debe ser una experiencia bastante peculiar cuando menos.
Eso sí: la mayor parte lo primero que hacen tras entender lo que ha sucedido es soltar una sonrisita y hacerse un selfie de su careto irónicamente «inmortalizado».
Yo haría otra igual pero que detectara si la gente va hablando por el móvil complemente absorta y atontada.