En 2014 la artista iraní Neda Taiyebi se mudó a Kabul con la idea de poner en marcha una revista de arte… pero tras darse cuenta de que había poco negocio en eso terminó por dedicarse a darles una segunda vida a los restos de la guerra de Afganistán esparcidos por la ciudad.
Así, en lo que ha llamado Tanks project, ha convertido restos de blindados, convenientemente pintados en alegres colores, en lugares de juego para niños y sitios para descanso…
Aunque haya necesitado protección armada para pintar algunas de sus obras.
(Vía womens art).
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