En The Verge, Watch a drone hack a room full of smart lightbulbs from outside the window,
El equipo demostró la posibilidad de infectar una lámpara Philips Hue con un virtus que se propagó a otras lámparas cercanas estuvieran en la misma red o no. De hecho, los investigadores no necesitaron tener acceso físico a las lámparas para infectarlas, sino que lo pudieron hacer de forma inalámbrica desde un coche o un dron situado a decenas de metros. En el video se puede ver cómo las luces intervenidas repiten constantemente la señal SOS en código morse [«pidiendo ayuda»]. A medida que el dron se aproxima se puede ver cómo las lámparas parpadean mientras el código malicioso se propaga por los dispositivos.
Los investigadores alertan del riesgo que puede llegar a suponer la presencia de millones de dispositivos conectados a internet —el internet de las cosas o internet del culo— y la necesidad de ampliar los sistemas de protección y seguridad.
Recientemente internet fue derribada, en parte pero de forma considerable, mediante un ataque perpetrado desde dispositivos conectados —como pueden ser cámaras, termostatos, lámparas, router e impresoras— que habían sido secuestrados antes.