Stranger Play es una versión del Pac-man ochentero de toda la vida recreada con los personajes de Stranger Things, incluyendo hasta al demogorgon de Dragones y mazmorras.
Ahí está plasmada de forma icónica toda la gente del pequeño y –no siempre– tranquilo pueblecito de Hawkings, recorriendo los caminos llenos de lucecitas de colores y gofres energéticos.
Los muñecos se mueven con las teclas del cursor y la música tiene ese puntillo inquietante propio de la serie. Grandes detalles todos ellos.