Cuando un imán interactúa con un trozo de cobre el cobre produce un campo magnético opuesto al del imán. Ese campo magnético inducido es lo que ralentiza la caída del imán por el interior de una tubería de cobre, por ejemplo.
Partiendo de ese efecto Ben, de NightHawkInLight, trata de dar respuesta a la pregunta de si un campo magnético inducido podría detener o ralentizar una bala magnética. Lo de “bala magnética” es importante porque para que se produzca el efecto la bala tiene que estar magnetizada o ser un imán. Además la bala tendría que pasar entre dos trozos de cobre o a través de un tubo de cobre.
Para comprobarlo Ben construye un pequeño cañón pirotécnico que dispara proyectiles (un imán, en este caso) a velocidades próximas a las de una balas de baja velocidad. Primero dispara el proyectil a través de dos placas de cobre y en la parte final del vídeo dispara el proyectil a través de una tubería de cobre.
En ninguno de los dos casos el campo magnético inducido en el cobre por el imán es lo suficientemente poderoso como para ralentizar la bala y mucho menos para detenerla (como se intuía con la prueba del péndulo), pero comprobarlo a Ben le sirve como excusa para construir y disparar un minicañón.