He estado probando unos altavoces Creative Pebble que en lugar de por tener un montón de funciones se caracerizan por su sencillez, algo que es de agradecer.
Disponibles en blanco o en negro los Pebble son un par de bolas de 11 centímetros de diámetro que tienen cada una un altavoz de 5 centímetros inclinado 45º en la parte frontal y una salida de bajos –no me atrevo a llamarlo woofer– en la parte trasera. El altavoz derecho tiene además un botón que gira que sirve para encenderlos y apagarlos y ajustar el volumen.
Se alimentan vía USB, ya sea de un alimentador independiente o de un puerto del ordenador capaz de entregar 1 amperio y la única entrada que tienen es un conector estéreo de 3,5 milímetros de los de toda la vida, con lo que son compatibles com prácticamente cualquier dispositivo del mundo. Y todo ello sin necesidad de controladores, emparejamientos USB, ni nada… y sin fanfarria de encendido como otros altavoces de Creative más sofisticados. Lo único que has de recordar es apagarlos antes de desenchufarlos para que no hagan ruidos raros.
Su potencia es de 4,4 vatios, más que suficiente para tenerlos delante cuando trabajas, y suenan razonablemente bien para ser unos altavoces 2.0. Por 30 euros en Amazon, una opción interesante si buscas unos altavoces en los que no dejarte demasiados euros pero que tampoco den lástima.