El piloto es el capitán Rawin “Hollywood” Thanomsingha de la fuerza aérea tailandesa y el aparato que vuela es una F-16 Fighting Falcon o Viper «debido a su parecido con una de estas serpientes.»
Según se recoge en Popular Mechanics, Thanomsingha suma unas 3500 horas de vuelo con el F-16 y con él realiza su particular maniobra que, en teoría, se supone, dice el capitán, no es posible realizar, al menos no sin romper algo: completar una vuelta con el tren de aterrizaje abajo.
«A veces siento que ella vuela por sí misma», dice Thanomsingha de su F-16. Y viendo sus maniobras realmente hay momentos en los que el F-16 más que parecer una víbora parece más una cobra vida propia.
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