Al tercer intento el penúltimo cohete Delta II de la historia despegaba para poner en órbita el satélite medioambiental JPSS-1 a las 10:47:36 del 18 de noviembre de 2017, hora peninsular española.
JPSS-1, de Joint Polar Satellite System-1, es un satélite medioambiental que desde su órbita polar –de polo a polo– de unos 800 kilómetros hará mediciones de las condiciones atmosféricas, terrestres y oceánicas. Eso incluye temperaturas de tierra, atmósfera y mar, cantidad de cubierta vegetal, nubes, lluvia, cobertura de hielo y nieve, ubicación de incendios, y cantidad de vapor de agua y ozono.
Para ello lleva a bordo cinco instrumentos casi idénticos al satélite Suomi-NPP al que, de hecho viene a sustituir y del que es prácticamente un gemelo. Sólo que el JPSS-1 es el primero de cuatro satélites previstos en esta nueva serie.
Con las observaciones que haga podremos hacer mejores predicciones en lo que se refiere a huracanes, tornados y tormentas de nieve; también permitirá ayudar a la hora de determinar el impacto de sequías, incendios forestales, mala calidad del aire, y aguas costales contaminadas.
Los datos que obtenga serán de acceso público.
Los satélites JPSS son un proyecto conjunto de la NOAA, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, que financia y gestiona el programa, sus operaciones y los datos que produce, y de la NASA, que desarrolla y construye los instrumentos, los satélites, los sistemas de tierra, y se encarga de los lanzamientos.
El lanzamiento del JPSS-1 es una buena noticia –todo lo que cuidemos nuestro planeta es poco– pero habrá que ver si el programa no ve recortado su presupuesto –los siguientes satélites tienen previsto su lanzamiento para 2021, 2026 y 2031– a manos de una administración que no cree en el calentamiento global. No cree hasta el punto de que hace poco, hizo destruir un satélite medioambiental ya construido porque no quería invertir el dinero necesario en mantenerlo en almacenamiento hasta que pudiera ser lanzado.
Este lanzamiento fue el lanzamiento número 99 consecutivo con éxito de un cohete Delta II de un total de 154 misiones de las que 152 han tenido éxito. Su última misión será el lanzamiento del ICESat-2, otro satélite medioambiental, previsto para 2018.