Utilizando una combinación de las Hololens de Microsoft y un pequeño sensor biométrico de estrés Robert Burke ha recreado una versión «jugable» de uno de los más viciosos videojuegos jamás inventados en nuestra galaxia, el que aparece en el episodio The Game (5x06) de Star Trek: La nueva generación.
En aquel episodio al Comandante Riker lo lía una pelandrusca ktariana mientras está de vacaciones y regresa a la nave con una especie de gadget que se coloca en la cabeza, a modo de videojuego de que da gustito cuando avanzas niveles. Pronto lo comienzan a utilizar (y replicar) todos los tripulantes del Enterprise. Se vuelven adictos y el vicio se propaga sin fin, poniendo en peligro la nave – aunque al final pese a los «lavados de cerebro» sufridos salvan la situación, como no podía ser de otra forma.
Hay quien vio en el episodio la simbología de adicción a las nuevas drogas y a los videojuegos. (Estamos hablando de 1991). Hoy en día se podría ver prácticamente la misma imagen en la calle con la gente que vive pegada al móvil. ¿Premonición?
De vuelta al siglo XXI, el invento de Burke reproduce una versión del juego en el que todo consiste en relajarse para meter unos discos en una especie de embudos abstractos, como en el original. El jugador lo ve todo a través de las gafas Hololens AR –hay una primera demostración con el asistente de voz– aunque en el juego el estrés lo mide un sensor llamado Pip que se inserta en el dedo y se comunica por Bluetooth.
El software simplemente comprueba que uno está relajado y entonces los discos comienzan a volar hacia los embudos; si se detecta estrés en cambio no se puede avanzar en el juego porque los discos no entran. Un mero entretenimiento a modo de demostración tecnológica. Y tiene un detalle bastante trekkie: el autor ha recreado la interfaz LCARS del ordenador del Enterprise (01:42) para controlar el juego.
(Vía Futurism.)