El vídeo hace una comparativa entre dos vehículos de Volkswagen reparados con partes de repuesto de la carrocería: en un caso utilizando piezas originales, de Volkswagen, y en otro caso utilizando paneles de repuesto genéricos, no originales.
Aunque se supone que se trata de un estudio independiente, supervisada por el certificador alemán Dekra, el estudio está encargado por la propia Volkswagen; cosa que conviene tener en cuenta, aunque en principio a mí no me causa ninguna duda sobre la veracidad de la prueba.
Fabricar elementos de la estructura y de la carrocería de un coche no es trivial más allá del parecido estético. Según el estudio hay elementos que son claves en la seguridad pasiva del vehículo que responden de manera diferente cuando se trata de piezas originales y cuando no.
Por ejemplo, el travesaño que se ubica tras el parachoques absorbe la energía del impacto de manera diferente. Esto supone a que en un caso (en el vehículo azul, con piezas originales) un pequeño impacto queda neutralizado por elementos de la carrocería; en el otro vehículo (el modelo plateado, con piezas no originales) la energía del impacto se transmite al resto del vehículo rompiendo el parabrisa y haciendo saltar los airbags, con el consiguiente daño (y susto para los ocupantes) que esto provoca en el interior del vehículo.
Las piezas seleccionadas por el estudio corresponden al frontal del vehículo, que son de las que más habitualmente se reemplazan después de una colusión o de pequeños golpes y que siempre es conveniente reemplazar —según el estudio— por piezas originales, y nunca reparar volviéndolas a enderezar porque en ese caso pierden gran parte de su rigidez y capacidad para absorber la energía de una colisión, incluso de las más pequeñas.