Con 2.450 kilos de suministros a bordo la cápsula de carga Progress MS-07 atracaba en el módulo Pirs de la Estación Espacial Internacional a las 13:04, hora peninsular española, del 16 de octubre de 2017.
Su carga está compuesta de comida, combustible y suministros para la Estación y sus tripulantes, e incluye, entre otras cosas, 880 kilos de combustible, 47 kilos de oxígeno y aire y 430 kilos de agua.
Pero aunque ha cumplido con éxito su misión principal hay un importante objetivo secundario de la misión que no ha podido ser llevado a cabo.
Y es que la Progress MS-07 despegó a las 10:46:53 del sábado 14 de la plataforma 31/6 del cosmódromo de Baikonur, pero originalmente estaba previsto que lo hubiera hecho el día 12 para probar una nueva trayectoria de aproximación a la EEI que le habría permitido atracar en ésta tan sólo tres horas y media en lugar de los dos días que ha necesitado al final y en lugar de las seis horas que necesita habitualmente.
Pero para poder hacer la aproximación de dos órbitas no sólo es necesario que el lanzamiento sea muy preciso sino que deemás hace falta que la EEI esté muy próxima a la plataforma de lanzamiento cuando éste se produce, lo que requiere ir ajustando su órbita con tiempo, algo que había sido hecho para el lanzamiento del día 12 con semanas de antelación.
De hecho cuando los sistemas automáticos abortaron el lanzamiento del día 12 apenas 20 segundos antes de que éste se produjera la EEI estaba apenas a 160 kilómetros por delante de Baikonur, mientras que para el lanzamiento del 14 estaba a otro lado del planeta. La causa del aborto fue que un conector eléctrico de uno de los brazos umbilicales que proporcionan combustible, electricidad y datos al cohete lanzador no se desconectó correctamente.
Reajustar la órbita de la EEI habría sido posible, y de hecho no hay nada urgente a bordo de la MS-07 que hubiera impedido lanzarla en unas semanas. Pero el problema es que cambiar la órbita de la EEI impactaría en lanzamientos ya programados como los de la Cygnus OA-8 y de la Dragon 13, que están previstos para noviembre.
Así que habrá que esperar a un próximo lanzamiento de una Progress para probar esta trayectoria express, que es de especial interés para Roscosmos y sus socios no tanto por enviar carga rápido, lo que nunca ha sido especialmente necesario, sino por ensayar ésta trayectoria para misiones tripuladas y así hacer los lanzamientos de astronautas a la EEI en cápsulas Soyuz más llevaderos.
En esto Roscosmos tiene la suerte de que las Progress y las Soyuz son prácticamente la misma nave, con lo que puede hacer las pruebas y experimentos sin poner en peligro la vida de los tripulantes de la Soyuz.
Y es que ya se sabe, los experimentos, en casa y con gaseosa.
La MS-07 es la Progress número 70 lanzada a la EEI, la número 160 en total desde que esta nave entrara en servicio en 1978, y es la tercera y última misión de carga planeada por Rusia para este año a la EEI.
Su misión terminará en marzo de 2018 cuando, llena de materiales de desecho y ya no necesitados en la EEI, parta de ésta para incinerarse en la atmósfera en una reentrada controlada.