Aunque vive en los Estados Unidos desde los 18 años Shaesta Waiz decidió sacar la licencia de piloto en su Afganistán natal, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo en ese país. Y ahora, con treinta años, acaba de terminar una vuelta al mundo en una Beechcraft Bonanza A36, lo que la convierte en la mujer más joven en haber volado alrededor del mundo en un monomotor en solitario.
El objetivo del proyecto Dreams Soar era fomentar la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) para mujeres y niñas. En palabras de Shaesta:
Mucha gente todavía cree que la ciencia, la tecnología o la ingeniería son cosas de hombres, y es difícil hacer recapacitar a alguien que ha sido educado toda la vida para pensar de esa manera, pero hay que intentarlo.
33 paradas en 20 países con un total de 176 horas de vuelo en 145 días le han permitido llevar su mensaje a más de 3.000 niños.