En un ejercicio de concienciación sobre el problema que supone la isla de basura del Océano Pacífico, la Plastic Oceans Foundation ha iniciado una campaña para solicitar que todo ese montón de porquería se reconozca oficialmente como un país, Isla Basura.
En Quartz, A pile of trash in the ocean has grown to the size of France—and some people want it recognized as a nation,
La campaña afirma que, según el artículo 1 de la Convención de Montevideo de 1993 sobre los derechos y deberes de los estados, un país debe ser capaz de: tener un territorio definido, formar un gobierno, interactuar con otros estados y tener una población permanente. La Gran Mancha de Basura del Pacífico tiene fronteras (más o menos) y es fácil crear un gobierno e instituciones para que interactúen con otros estados. Ahora que el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, se ha convertido en el primer ciudadano de ese país y que más de 100.000 personas han firmado la petición para que se les conceda la ciudadanía, la campaña ha presentado su solicitud a principios de este mes ante las Naciones Unidas, para que se reconozca a Islas Basura como el país número 196 del mundo.
Según la publicación LadBible, que colabora en la campaña, «si crees que esto es ridículo, por favor valora la idea de que haya en el océano una acumulación de basura del tamaño de Francia.»
Además de ser el país número 196 del mundo, Isla Basura sería el país número 40 por tamaño de superficie con unos 700.000 km².