Un precioso cortometraje de animación al más puro estilo videojuego escrito, animado y dirigido por Anthony Falleroni.
Las herramientas para contar esta pequeña gran historia más simples, imposible: Photoshop + After Effects + Premiere.
Tan adorable como entrañable, con una banda sonora de Luminist que es tan importante casi como el propio juego… Eh, perdón, el propio corto.