En el estudio Branded in Memory publicado por Signs se detalla cómo pidieron a 156 personas dibujar una decena de famosos logotipos de las marcas más conocidas de Estados Unidos para luego analizarlos detalladamente.
El resultado fue bastante clarificador y diría que descorazonador – diría que tanto para los marketroides como para los diseñadores. La gente no solo recuerda mal los logos, sino que muchos ni siquiera han regrabado en su mente cómo son los logos que ven hoy en caso de que hayan evolucionado con el paso de los años.
Apple, Ikea, 7-Eleven, Starbucks, Target, Wallmart, Adidas, Burger King, Domino’s o Foot Locker fueron las diez marcas «agraciadas» sin saberlo con este experimento. Marcas conocidas por todos, pero que tras ser dibujadas por la gente (y meticulosamente analizados esos dibujos de de mejores a peores) sentirán algo raro cuando vean su propio logo o piensen en gastar dinero en promocionarlo.
Por dar algunos datos, solo el 6 por ciento de la gente supo dibujar decentemente el logo de Starbucks, aunque está en casi 20 millones de vasos de café al día. El más recordado: Ikea, por el 30 por ciento, quizá por su simplicidad; cuatro letras mayúsculas de palo sobre un fondo amarillo y azul, como la bandera sueca.
Lo peor debió ser el examen detallado: apareció muchísima gente pintándole una «corona» al logo de Burger King (que hace 50 años no la tiene) o hojas al rabito de la la manzana de Apple (que tampoco). Sólo 1 de cada 5 personas dibujó bien el logo de Apple. Y aunque la mayor parte (el 75%) dibujó la manzana con el característico mordisco el 15% lo puso en el lado contrario. Incluso hubo un 3% de personas que lo dibujó con los «colores arcoiris», que no se usan desde 1998. En el caso de cadena de pizzas Domino’s hubo gente que lo llamó Dominoes y la mitad olvidaron el apóstrofe.
Por lo general –y tiene bastante sentido– la gente recuerda mejor los logos más simples; también recuerdan bien los colores y sus tonalidades, aunque no tanto en qué proporciones aparecen en el dibujo. Los pequeños detalles (sombreros o coronas en los personajes, números, uso de mayúsculas-minúsculas) sólo parecen apreciarlos una ínfima minoría. Y si los han «detectado» los recuerdan mal. Para colmo, cuánto más haya cambiado el logo con el tiempo más probable es que haya gente a la que se le haya quedado «grabado» sólo el antiguo. ¡Ah, cuán desagradecido es el mundo del diseño y las marcas para sus creadores…!
(Vía Taxi.)