Este vídeo recuperado por el AT&T Tech Channel merece estar en los anales de la historia de la informática. Se trata ni más ni menos que de Claude Shannon, el «padre de la teoría de la información», demostrando cómo funciona una máquina que aprende a resolver laberintos.
La demostración es tan ingeniosa como toscas eran las computadoras de 1950 – si es que acaso se les podía llamar computadoras. En ella un ratoncito mecánico llamado cariñosamente Teseo, explora el laberinto gracias a electroimanes y motores debajo del tablero.
Tal y como explica Shannon, Teseo era capaz de guardar un estado para cada posición en el laberinto, lo que le permitía explorarlo en detalle hasta dar con la solución. El método es matemática y topológicamente válido y equivale a ir apuntando en un cuaderno lo que sucede al llegar a cada intersección. Shannon lo llamaba «aprender», aunque el uso del término –así como el paralelismo con el cerebro– es bastante laxo. De hecho, está bastante alejado de lo que hoy en día entendamos por «aprendizaje automático» o «aprendizaje máquina».
Una vez alcanzada la meta Teseo tan sólo tenía que repetir lo que ya había «aprendido». Un detalle muy interesante es que si se modificaba el recorrido antes de liberar al ratón éste volvería a explorar las intersecciones hasta dar con una que «recordara» que llevaba a la meta.
Gran parte del mérito de esta demostración es que debajo del tablero –al igual que en los sistemas de comunicación y centralitas telefónicas de la época– todo funcionaba con relés mecánicos y cientos o miles de cables interconectados. Pasaría algún tiempo hasta que se llegara al transistor y luego a los chips que hicieron posible la informática actual. Pero mientras tanto las teorías, métodos de programación y demostraciones de Shannon resultaban muy prácticos.
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