En la Unión Soviética había un montón de cosas prohibidas, entre ellas buena parte de la música occidental.
Pero eso no fue impedimento sino más bien un acicate para que en la década de los 50 y de los 60 circularan por allí copias de discos de música occidental hechas sobre radiografías (habitualmente sobre fotofluorografías). El proceso de producción era un tanto artesanal, ya que incluía el recortado –normalmente a mano– de la radiografía, perforar el agujero del centro –normalmente con un cigarrillo– y grabar los surcos con la música usando un dispositivo que leía el disco original.
Conocidos como «costillas», «música en costillas», «discos de huesos» o roentgenizdat, no sonaban especialmente bien y no duraban mucho, pero hoy en día son una curiosa reliquia de una época pasada y de sus circunstancias, que además, según sea el recorte de la radiografía, hasta queda bonito.
En X-Ray audio hay un montón de información sobre estos «discos», incluida una sección en la que se pueden ver y escuchar algunos.
(NPR vía Sarah Chavez).