En Optimum Tech publicaron este interesante vídeo explicando el concepto de la lotería del silicio, que es como se suele llamar al hecho de que dos CPU (o GPU) iguales sean en realidad ligeramente diferentes potencialmente en cuanto a prestaciones. Y dependiendo de cuál te compres en la tienda –aunque se vendan como iguales– participas en una especie de «lotería»: te puede tocar la buena o te puede tocar la menos buena, siempre dentro de las especificaciones del fabricante.
Esto tiene que ver con que el método de fabricación de las CPU a escalas nanométricas y las impurezas propias de los semiconductores, especialmente en las obleas de cristal de silicio en las que se crean microcircuitos mediante dopado. Estos componentes requieren capas y capas de diversos materiales, que luego se «recortan» en forma de chips y se empaquetan para montar sobre las placas base. Actualmente esto se hace a escalas tan pequeñas que el grosor de algunos de esos «caminos» es de 14 nanómetros (unos 70 átomos de ancho) e incluso menos.
En sus laboratorios el fabricante comprueba prueba una por una todas las CPU/GPU una vez fabricadas: dependiendo de la velocidad de reloj a la que se comporten correctamente las preparará y venderá a ciertas velocidades – de hecho es normal que haya versiones de la misma CPU a dos o tres velocidades diferentes. Incluso se pueden anular CPUs completas: si en un procesador de cuatro núcleos dos no funcionan como deberían simplemente se anulan y el chip se vende como un procesador de dos núcleos.
Todo esto es especialmente relevante si se piensa realizar el overcloking de la CPU/GPU para hacerla alcanzar mayor rendimiento. Esto puede hacerse cuando la CPU está desbloqueada, porque hay otras que se venden bloqueadas para impedir que se hackeen. La teoría dice que siempre se podrá obtener la velocidad mínima de las especificaciones de la CPU y de hecho en las pruebas con dos CPU «iguales» casi siempre hay como mínimo 100 MHz «arriba o abajo» de diferencia.
Si se pueden probar las CPU antes de comprarlas se puede ver cuáles de ellas tienen «mayor potencial». Como normalmente esto no es posible es por lo que se dice que a la hora de comprarlas se participa en la «lotería del silicio». Un poco parafraseando a ese gran filósofo contemporáneo, Forrest Gump: «Las CPU son como una caja de sorpresas. Nunca sabes hasta dónde las vas a poder overclokear».