La compañía de ingeniería GMV está al cargo del proyecto Lucid (Lunar Scenario Concept Validation and Demonstration) de la ESA, diseñado para evaluar y someter a diversas pruebas los rover lunares de la agencia espacial europea.
Esta segunda fase del proyecto (las primeras pruebas con los rovers se realizaron el pasado mes de abril, en Madrid) consiste en simular la casi total oscuridad propia de los polos de la Luna donde los rayos solares inciden con ángulos muy bajos, con el fin de garantizar el buen funcionamiento de los robots una vez estén en la Luna.
Según Phys.org los cráteres que se mantienen continuamente a la sombra en los polos norte y sur de la Luna podrían ser objetivos de próximas misiones robotizadas para buscar agua helada.
En Tenerife los rover realizan pruebas con y sin luz diurna en el Parque nacional del Teide, cuyo paisaje volcánico se asemeja al suelo rocoso y polvoriento de la Luna. Para moverse en condiciones de escasa o de nula visibilidad, bien de forma autónoma o teledirigidos, los rover recorren la superficie asistidos por sistemas para la navegación nocturna, radares láser (con los que además pueden construir mapas tridimensionales del entorno), además de GPS, cámaras duales y focos.
Fotografías: GMV.
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