En Cosmos, Carl Sagan imaginaba la existencia de una Enciclopedia Galáctica, un vasto repositorio del conocimiento de muchos mundos. En Parallax, Adam Westbrook se imagina cómo sería la entrada sobre la Tierra en esa enciclopedia intentando ponerse en la piel –si tienen– de los alienígenas que nos estudian, fascinados por nuestra adicción al monóxido de dihidrógeno.
Serán seis partes, de las que ya ha publicado dos.
(Vía Ana Ribera).