Este vídeo de Seeker cuenta la historia de cómo un aventurero llamado Christopher Michael consiguió hacerse un selfie con una GoPro a bordo de un Locheed U-2 a una altitud extraordinaria: 70.000 pies de altitud que son más de 21 kilómetros. No es exactamente el espacio (que ooficialmente comienza a 100 km) pero casi, casi.
Pilotar uno de estos aviones no es especialmente fácil, ni en el despegue (donde es asistido por un coche que lo persigue por la pista) ni el aterrizaje. Una vez arriba la temperatura exterior alcanza los 70 bajo cero y el cristal de la cabina comienza a helarse.
Pero también hay un momento de calma perfecto al «tocar techo», que es el que se aprovechó para tomar la foto con el icónico traje naranja. Una experiencia sin duda como pocas.
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