La idea es simpática, muy del estilo ¡estos japoneses viven en el futuro! Y la sensación de «café recién hecho» ahí queda. Mmm…
El problema es que lo que se ve es un vídeo que se repite interminablemente para todos los que piden un café – como sagazmente han apuntado quienes han visto la máquina en persona.
Así que más que ver el proceso real del café de los más cafeteros igual estás viendo una grabación de un café «recién hecho»… meses antes (!) Pero, si no pudieras comprobar que está grabado… ¿La sensación sería acaso diferente? Da qué pensar.