Todo comenzó con una foto del Big Ben convertido en una especie de reloj de pulsera mediante un hábil uso de la perspectiva y un trozo de papel convenientemente recortado. Animado por un padre y su hija que vieron como la hacía Rich McCor aplicó el mismo tratamiento a otros conocidos sitios de interés turístico en Londres, las fue publicando en Instagram, se hicieron cada vez más populares… y de ahí a que Lonely Planet le contratara para hacer fotos similares por el mundo adelante.
Rich McCor, más conocido como paperboyo en Instagram, cuenta hoy con más de un cuarto de millón de seguidores de sus peculiares fotografías tuneadas con recortes de papel, habitualmente aplicados a paisajes o escenas urbanas, aunque no siempre.
Eso sí, no es tan fácil como pudiera parecer: la foto de la fuente frente al Tower Bridge necesitó 50 tomas, por ejemplo.
(Vía Ana Ribera).
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