Los vientos cruzados o laterales —los que “cruzan” de un lado al otro de la pista— dificultan enormemente las maniobras de aterrizaje y despegue. Tanto que algún avión de los que aparecen en el vídeo no consigue tomar tierra y debe remontar el vuelo para volver a intentarlo después.
En el vídeo —que merece la pena ajustar a la máxima resolución— el peor aterrizaje (o mejor, según se mire; o el más acongonjante en cualquier caso) es el último en el que el avión llega al suelo en un ángulo de 45˚ debido a la fuerza del viento que cruza la pista.
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