El Voyager VR es un sillón motorizado supercómodo pensado para entornos de realidad virtual. Se suma a la experiencia clásica de las gafas y auriculares para conseguir un entorno más realista en el que además de imágenes y sonidos el sujeto puede notar movimientos, temblores y experimentar el efecto de la gravedad.
El sillón gira, se inclina y también vibra mediante un sistema haptico. Como las imágenes se mueven según hacia donde se gire la cabeza todo parece bastante creíble, por lo que cuentan.
En la demostración que está utilizando la compañía durante el SXSW 2017 metieron a un montón de gente en los pods para que vieran algunas escenas de La momia, una nueva película que se estrena este verano en la que hay un accidente de avión… Dicen que la experiencia era bastante creíble y alucinante. Habrá que ver. (Y sentir).