Un entrenador SR-71B en vuelo sobre California - Fuerza Aérea de los Estados Unidos
Hoy, 22 de diciembre de 2014, se cumplen 50 años del primer vuelo del que probablemente es el avión con más pinta de nave espacial de la historia, el
Lockheed SR-71, más conocido como Blackbird.
Se trataba de un avión de reconocimiento estratégico capaz de volar a más de 3 veces la velocidad del sonido y a una altura tal que nunca ningún intento de derribarlo tuvo éxito; todos los Blackbird que se perdieron fueron perdidos en accidentes.
El SR-71 era un avión enormemente avanzado para la época, que necesitó incluso que se desarrollara un combustible especial para él que había que encender provocando una pequeña explosión; incorporaba también un ordenador, primero analógico y luego digital, que controlaba la posición de los conos de las tomas de aire de los motores para mantenerlos en funcionamiento a las muy distintas velocidades a las que podía volar sin que el piloto tuviera que preocuparse de ello.
Selfie de un piloto de SR-71 en su traje casi de astronauta
Incorporaba también tecnologías para hacerlo menos visible a los radares y otros detectores, pero en realidad la enorme potencia de sus motores y su forma hacían que fuera fácilmente detectable en los radares y detectores de infrarrojos.
Solo que su enorme velocidad, y sus 25 900 metros de altura de servicio eran garantía más que suficiente para que nadie se le pudiera acercar nunca: cuando el piloto de un SR-71 era avisado por los instrumentos de a bordo del lanzamiento de un misil la maniobra de evasión consistía simplemente en acelerar.
El SR-71 entró en servicio en 1966 y fue declarado fuera de servicio en 1998 por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, aunque la NASA usó dos SR-71 hasta 1999; durante su carrera estableció
numerosos récords, algunos de ellos aún vigentes.