Mientras dormías Samsung ha ofrecido una conferencia internacional —que se pudo seguir por streaming esta madrugada, hora española— para explicar las conclusiones a las que han llegado los ingenieros de la marca coreana sobre las causas que convirtieron en supernovas a algunas unidades de su móvil estrella, el Galaxy Note7.
Esencialmente la explicación dada por Samsung sobre el porqué coincide con algunas de las teorías desarrolladas en las primeras semanas que ya hablaban de aplastamientos y contactos indeseados en el interior de la batería probablemente debido a un tamaño incorrecto. Sin embargo Samsung limita la causa a la fabricación de las baterías y no a su colocación en el teléfono ni al diseño de éste.
Samsung utilizó dos tipos de baterías con problemas (A y B, en el gráfico y en el vídeo) de dos fabricantes diferentes (SDI y ATL), por lo que la explicación de Samsung no acaba de convencer a todo el mundo: “O Samsung ha tenido muy mala suerte o el problema es más profundo”, dice Benedict Evans.
Como parte de las pruebas realizadas Samsung ha practicado algo así como el kamasutra del litio, probando a hacer funcionar las baterías en diversas posiciones; con diferentes grados de inserción dentro del teléfono, y en teléfonos con y sin la tapa posterior. Y en todos casos el procentaje de baterías explosivas fue similar.
La compañía surcoreana confía en que este caso es una oportunidad para mejorar la seguridad de la baterías de litio, “no sólo para la compañía sino también para toda la industria” y asegura que compartirá todo lo que ha aprendido durante el proceso de investigación para “mejorar los estándares de seguridad.” Ha anunciado la creación de un proceso de comprobación de seguridad para las baterías que consta de 8 puntos adicionales a las pruebas que se realizaban hasta ahora.