Este concepto de dirigible nuclear ruso tiene el encanto de las infografías 3D de ingeniería antiguas que muestran el funcionamiento de todo tipo de artefactos – por más que el sentido común haya impedido (¡por suerte!) que se convirtiera en realidad.
Aunque está en ruso puede verse la comparación de su tamaño con un avión de pequeño tamaño, un submarino e incluso un gran crucero – la longitud total del dirigible se cifra en unos 300 metros.
Debido a que hay tantas cosas en su interior no parece que tenga mucho espacio para el helio que le proporcionaría sustentación. Eso sí: en el centro de la aeronave iría un reactor nuclear del 7, conectado a la turbohélice, así como detalles sobre los estabilizadores, turbocompresores y otro tipo de turbinas.
Además de espacio para los tripulantes y pasajeros puede verse cómo también podrían meterse en su interior diversos vehículos (coches y camiones) e incluso cuenta con un hangar en su «tripa» para un pequeño avión – aunque cuesta imaginar la complicación de la maniobra de atraque. En la parte superior también incluye un de pasajeros con su correspondiente helicóptero.
Del peso de los reactores nucleares –que no son precisamente ligeros– y del peligro que podría suponer tenerlos volando por ahí mejor ni hablamos. Bonito concepto, pero con toda probabilidad impracticable.