Esta simulación del impacto de un asteroide de realizado por Los Alamos National Laboratory visualiza el escenario en el que un objeto cósmico choca contra la tierra. Mejor dicho contra el mar, ya que teniendo en cuenta que el 70 por ciento de la superficie del planeta está cubierta por los océanos es más probable que un asteroide impacte en el agua. Este tipo de simulaciones ayudan a los científicos a entender cuáles son las consecuencias del impacto de un asteroide.
Este impacto, que en la simulación se sitúa a unos 20 km de la línea de costa, puede tener graves consecuencias y efectos a mucha distancia. El más evidente puede encontrarse en forma de “tsunamis destructivos” de decenas o de kilómetros de altura que además “rebotan“ por los océanos. También puede provocar ondas de choque de alta temperatura en la atmósfera, y el levantamiento de gran cantidad de polvo y de materiales y de agua a la atmósfera.
La magnitud y el comportamiento de los tsunamis producidos por el impacto de un asteroide (AGT, asteroid-generated tsunami) varía con factores como la masa del objeto y el ángulo de impacto, y su formación depende mucho de la altura a la cual explota el asteroide: el asteroide puede explotar en el aire, antes de entrar en el agua. En este caso la onda de presión producida por la explosión propaga la fuerza en todas direcciones, extendiéndose en un área más extensa y con muchas probabilidades de provocar un tsunami destructivo que supondrá un riesgo inmediato para muchas grandes ciudades y zonas costeras.
En cambio cuando el asteroide explota al contacto con la superficie o al entrar en el agua se reduce la propagación de la fuerza liberada y se reducen las probabilidades de que se forme un tsunami catastrófico. Pero en este caso el impacto enviará grandes cantidades de agua y de vapor de agua a la atmósfera (calculadas en “miles de millones de toneladas”), que afectará al clima a escala global de forma más duradera.
Más (en PDF) Visualization and Analysis of Threats from Asteroid Ocean Impacts.