Un meteoro y un volcán de la región Turrialba ocupando la misma secuencia de vídeo, capturada por una cámara del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica.
Lamentablemente se trata de una cámara de baja resolución y en blanco y negro, dedicada a la observación del volcán desde 2011, lo que desluce el espectáculo visual del momento. Pero no dejar de ser curiosa confluencia (al menos visualmente aparente) de fenómenos naturales.
Según recoge el medio Q Costa Rica, a pesar de su luminosidad se trada de un meteoro de muy pequeñas dimensiones, con «toda la pinta de tener el tamaño de un grano de arena», explica el Victor Fung, miembro de la Asociación Astronómica de Costa Rica. El meteoro muy probablemente se desintegró a unos 100 km de altura — y no llegó a meteorito.
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