Todavía no se ha dado el caso de que un dron haya chocado contra un avión en vuelo (a pesar de los vídeos falsos que se han visto incluso en las noticias de televisión) aunque ya se cuentan por cientos los casos reportados en los que esto casi sucede. Un incidente de este tipo no sería nada bueno para el avión según los resultados de las simulaciones y pruebas llevadas a cabo por, entre otros, la universidad de Cranfield y el laboratorio CRASH de Virginia Tech,
Un multicóptero de 4 kg puede romper los álabes de un motor a reacción de 2,7 metros de diámetro en menos de un cuarto de segundo. Los restos del dron succionado por el motor de un avión en maniobra despegue pueden moverse a 1150 km/h por el interior de la turbina. Los álabes dañados crean a su vez más fragmentos que deforman la carcasa o carenado del motor, causando daños catastróficos.
Si bien un dron de 4 kg no es el tipo de dron más habitual, ni el que utilizan la mayoría de aficionados, la simulación con ese modelo tiene que ver con ponerse en el peor de los casos posibles. Ese tamaño de dron ya se utiliza en el servicio postal francés y para la entrega de paquetes, «y la misma simulación puede reproducir con drones de cualquier tamaño y peso», dicen en What Happens If A Drone Gets Sucked Into A Jet Engine?
El diseño actual de los motores prevé la rotura de uno o más álabes y trata de contener los daños en el interior del motor y minimizar sus consecuencias en la medida de lo posible; tanto en el motor como en otras partes del avión, como depósitos de combustible, controles, instrumentación o el fuselaje. En 1996 el vuelo 1288 de Delta sufrió un incidente de este tipo. Como consecuencia murieron dos pasajeros y otros cinco resultaron heridos al ser alcanzados por los álabes y otros restos del motor izquierdo de un MD-88. También son habituales las pruebas de choque de aves contra el fuselaje y los motores, pero no tanto pruebas con drones u otro objetos «sólidos».
En What Really Happens When a Drone Strikes an Airplane,
Los drones están fabricados con materiales que son mucho más densos que los tejidos y músculos de las aves. Se sabe que cuando un motor engulle un pájaro los álabes trituran y esencialmente licúan al animal. Pero las simulaciones muestran la diferencia cuando se trata de un dron: «un dron es como una roca atravesando el motor.»
Para simular el impacto de un dron contra un avión investigadores de la universidad de Cranfield utilizan un cañón de aire comprimido que dispara objetos similares a los drones (en cuanto a tamaño, forma, densidad y peso) contra partes del fuselaje de un avión; según las pruebas es poco probable que un dron llegue a atravesar el parabrisas del avión, por ejemplo. Pero otras partes como el cono del radar sí pueden sufrir daños parecidos a los que causan las aves más grandes, daños significativos pero menos catastróficos que los que puede sufrir el motor.
Relacionado,
- El dron cazador de drones del aeropuerto de Dubai
- Este dispositivo permite tomar el control de drones en pleno vuelo
- Dron que caza a drones intrusos capturándolos con una red
- Águilas 2, Drones 0
- Cómo construir un «cañón wifi» anti drones con una Raspberry Pi y una lata
- Derribando drones a bazucazos — y a tiros
- El número de drones registrados «eclipsa» al número de aviones pilotados
- Derribando drones con un rifle de ondas de radio